PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO
La navidad casi siempre es una época que desestabiliza un poco más a los bariátricos. Suelen ser fechas complicadas dependiendo de la fase del proceso en la que estés y eso en muchas ocasiones suele venir acompañado de pequeñas preocupaciones, sentimientos de culpa, y momentos en los que solemos ser más permisivos con nuestra alimentación.
Todo esto entra dentro de lo normal ya que en mi opinión son fechas en las que cambiamos algunos de nuestros hábitos, en muchas ocasiones por la presión social que ejercen sobre nosotros las personas que nos rodean para que comamos de todo, en ocasiones porque simplemente nos apetece comer alimentos que no suelen tener cabida en nuestra alimentación cotidiana y decidimos darnos el gusto o porque muchos llevamos a las espaldas una mala relación con la comida y dejamos de tener control sobre nuestros actos.
Sea cual sea tu caso, año nuevo siempre es un buen momento para fijar nuevos propósitos y metas. Dejamos atrás este año y como consecuencia el nuevo año nos ofrece una oportunidad para poner todo de nuestra parte y alcanzar nuevas metas que queremos conseguir o cambiar y mejorar algunas cosas que quizás no nos gustan de nosotros.
A la hora de fijar propósitos para el nuevo año creo que es importante que sean realistas y se puedan cumplir. También creo que es importante una vez que ya hemos fijado los propósitos establecer prioridades e intentar ir cumpliéndolos poco a poco en función de cual sea más importante para nosotros y celebrar los pequeños avances que vayamos haciendo.
En mi caso, suelo escribir el propósito final como una meta y desglosarla en pequeños “mini propósitos” que sean más fáciles de cumplir pero que me acerquen a aquello que quiera lograr. Creo que cuando vamos logrando esos pequeños propósitos sentimos que avanzamos y nos motivan para dar el siguiente paso. Por ejemplo, quizás para alguien que nunca ha hecho deporte fijarse la meta “conseguir un cuerpo fitness” es poco realista. Es algo muy general y no nos da lugar a llevar un plan de acción. Quizás en en ese caso “ponerme en forma” sería un mejor propósito (y más realista) y podría desglosarse en metas más pequeñas como comprarme ropa deportiva, apuntarme al gimnasio, ir un día a la semana al gimnasio durante el primer mes, ir dos días al gimnasio durante el segundo mes y así sucesivamente hasta hacernos más asiduos a hacer deporte de forma que al final del año inevitablemente estemos más en forma. Eso mismo se puede aplicar a cualquier propósito o meta que nos fijemos y creo que puede ayudar mucho para no sentir que nunca cumplimos los propósitos ya que siempre que queremos alcanzar una meta, es importante que fijemos un plan de acción para llegar a ella.
Os deseo un feliz año nuevo de corazón y que podáis cumplir todos vuestros propósitos y metas este año que entra. Cada día es una nueva oportunidad para ser mejores así que aunque a veces nos desviemos, nunca es un fracaso. Recordad que no hay conseguir todo el primer día, el año nos da 365 oportunidades para crecer, así que mucho ánimo y a por todas.
Paula
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