¡Mi nuevo CUERPO; mi nueva YO!
Relato de una bariátrica que se quiere
Después de una cirugía bariátrica estar preparados para afrontar los cambios físicos y emocionales es esencial para que el proceso tenga éxito.
Aceptar nuestra nueva imagen y querer ser parte de ella es la recompensa de todo el esfuerzo que se ha invertido en el cambio.
Después de hablar con Manal, vemos en ella una luchadora empedernida. Su historia y su amor propio la han llevado a reinventarse y no tener miedo a mostrar las cicatrices de su vida.
Con 35 años se realizó una cirugía de manga gástrica. A raíz de esa intervención y con la gran pérdida de peso asociado, decidió someterse a cirugías reconstructivas para modelar su cuerpo.
Manal aceptó todos estos cambios y los enfrentó de raíz para lograr sentirse como lo que es: una diosa, en un perfecto equilibrio físico y mental, como ella misma nos cuenta.
Después de una cirugía bariátrica, con la pérdida tan abrupta de peso corporal, aparecen grandes pliegues de piel sobrante. La presencia de estas pieles no solo influye a nivel emocional con pérdida de autoestima; problemas dermatológicos como las dermatitis, rozaduras o la limitación de movimiento causan trastornos en la calidad de vida de las personas.
En este pequeño relato, Manal nos abre su corazón mostrándonos un poquito sobre su vida y como las cirugías y el amor propio le han ayudado a aceptarse y quererse como es.
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Mi nombre es Manal, tengo 38 años y siempre he sido gorda.
A raíz de mi trastorno de la conducta alimentaria no diagnosticado y de una enfermedad temprana, que me mantuvo con un tratamiento de corticoides, pasé de ser gorda a ser una niña con obesidad mórbida.
En mayo de 2018 me sometí a una cirugía de manga gástrica y desde entonces he perdido 83 kg.
Al principio tuve inmenso miedo a no poder lograrlo. Toda mi vida había vivido con dietas y jamás fui capaz de adelgazar lo suficiente. Después de la cirugía sentía miedo a volver a “fracasar”, pero la pérdida de peso fue bastante rápida, lo que me permitió perder ese miedo y seguir adelante.
Conforme bajaba kilos me invadió la sensación de estar quedando deforme, ya que mis pieles eran muy evidentes. En esa etapa era incapaz de mirarme en el espejo sin llorar, pasando un trastorno de dismorfismo corporal.
Mis pieles eran muchas y me impedían tener una vida normal ya que afectaban a mi salud, tenia dolores y muchas heridas por mi cuerpo.
Desde entonces, me he sometido a varias intervenciones quirúrgicas para modelar mi cuerpo. Realicé una abdominoplastia, en la que me retiraron siete kilos de piel, una mastectomía doble, debido a que mi musculatura estaba tan desplazada que no soportaba una mastopexia, la posterior reconstrucción de pechos con prótesis y a una braquioplastia.
Después de todo, ahora me siento como una diosa, estoy en un perfecto equilibrio físico y mental. Y no solo por haber realizado estas cirugías reconstructivas, ya que sé que mi cuerpo nunca será normativo, es porque he aprendido a verme desde el amor y a valorar mi historia. Las cirugías me han ayudado, pero el verdadero cambio es interior.
Mi principal consejo para afrontar estos cambios tan grandes que se producen después la cirugía bariátrica es hacerlo desde el amor propio. Entendiendo que cada persona es única, sin compararnos con los demás y sobre todo ser muy realistas con las expectativas que queremos conseguir.
Manal
Puedes seguir a Manal en su cuenta de Instagram @barimorphosis
Texto original para FitForMe